El autor habla al guía y el guía responde:
de "mi exposición" nadie sabe tanto como yo.
Por Esteban Maciques Sánchez.
¿Quién puede enseñar una exposición?
La pregunta que más nos interesa hacernos
no es QUIÉN sino CÓMO. No obstante, hay que dedicar
unas líneas en este sentido, pues es algo que siempre inquieta,
en menor o mayor medida, a las instituciones donde los guías
colaboran.
Durante varios años de trabajo en la formación
de personas que se iban a dedicar a enseñar colecciones,
una exposición de sala o Museo (permanente o transitoria),
me he relacionado con dos tipos de guía: el profesional y
el voluntario.
El primero de estos con estudios universitarios,
generalmente relacionados con el perfil de los museos: Historia
del Arte, Historia, Bellas Artes, Letras, etc. El segundo grupo,
de origen heterogéneo (médicos, abogados, estudiantes
de Historia del Arte), con o sin formación universitaria,
incluso, sin el graduado escolar, pertenecientes en su gran mayoría
al colectivo de jubilados, de estudiantes universitarios que desean
realizar prácticas, de mujeres o de amas de casa.
Hace unos días, en conversación con
una amiga investigadora de Museo, me decía que dicha heterogeneidad
y "los vicios" que los guías arrastran -al ser
personas mayores, o por no haber recibido una formación sistemática-
son impedimentos para un normal desempeño de su labor. Como
es justo lo contrario de lo que pienso, así se lo hice saber
y, al final, llegamos a cierto entendimiento.
Para empezar, "vicios" tenemos todos.
Y a la hora de enseñar una exposición hay que hacer
por eliminarlos o, en todo caso, porque estos no afecten a los objetivos
de la visita. Y aunque una buena base educacional es un punto de
partida sólido, indiscutible, no siempre garantiza los resultados.
La cualidad fundamental para que un guía
sea bueno es EL INTERÉS.
En determinadas exposiciones, en las que la formación
cultural resulta fundamental (de artes plásticas en general,
de temas literarios y de algunos temas históricos, entre
otras), el interés no es una razón suficiente para
garantizar el éxito de la visita guiada por un guía,
pero ayuda. Ayuda porque sólo quien tiene INTERÉS
puede hacer nacer y crecer el interés en quien antes no lo
tenía.
Pero, imagino que estás pensando: ¿cómo
despertar el interés si no domino el tema?
La respuesta: SI NO DOMINAS UN TEMA, GUÍA
LA EXPOSICIÓN EN PAREJA.
Un guía + un guía = una buena visita
guiada.
Hace una semana, con motivo del Día Internacional
de los Museos, entre tres personas, Ana Elisa Martínez (especialista
en arte colonial), Mónica Gudemus (musicoetnógrafa)
y el que escribe (estudioso de las culturas del Caribe), organizamos
una visita guiada al Museo de América de Madrid. Cada uno
atendería a su especialidad aunque, previamente, nos pusimos
de acuerdo para hacer "puentes" entre unos y otros.
El hilo temático que nos unía a los
tres era: "la imagen de América vista por el europeo
desde la conquista hasta nuestros días". Lo suficientemente
amplio como para enlazar aspectos diversos de la cultura, a los
que atenderíamos.
El objetivo de la visita NO ERA RECORRER TODA LA
EXPOSICIÓN, sino profundizar en aquellos aspectos relacionados
con el tema que nos propusimos, en los que más conocimientos
tenemos. PORQUE HAY MUCHO DE LO QUE NO SABEMOS.
Como dato "anecdótico", estuvimos
acompañados todo el tiempo por un grupo de Música
Andina, y agregamos al recorrido aspectos etnológicos y de
ritual, que no están en el discurso convencional de la exposición,
y que fueron de nuestra cosecha. Por tanto, ese día alteramos
el montaje del Museo y este ofreció un aspecto nuevo, irrepetible.
La visita terminó con un intercambio de opiniones sobre lo
visto, y la valoración de la misma fue muy positiva.
Un recorrido por todo el Museo, viendo sala por
sala, puede durar cerca de dos horas. Nuestra visita, que atendió
a una quinta parte de toda la exposición, se desarrolló
durante hora y media, aproximadamente. ¿Por qué hora
y media? Porque nos detuvimos en temáticas que en una visita
ordinaria o se tienen que obviar, o se refieren simplemente. También
nos preocupamos de no agotar al público.
Dos preguntas: ¿Puede haber un especialista
en todas las culturas americanas, de todos los tiempos y regiones,
que guíe en el Museo? ¿Qué tiempo tardaría
un recorrido por dicho Museo, si lo enseñara un equipo de
especialistas americanistas?
A la primera pregunta, la respuesta es NO. Lo más
común es que haya una persona (o personas) que conozca aspectos
importantes de las temáticas que abarca el Museo. A la segunda,
posiblemente meses. De hecho, una de las actividades fundamentales
de este Museo son las Aulas y los Cursos que, año tras año,
se programan en torno a América.
Ahora volvamos al sentido que tiene "la suma"
que encabeza este apartado. ¿Puedo guiar un Museo sin conocer
todos sus objetos y culturas? La respuesta es SÍ. Así
enseñamos el Museo de América de Madrid. Ahora bien,
a pesar de que no conocemos TODO, lo que sabemos lo dominamos bien.
Antes de ver cómo, de una manera semejante
a lo del Museo, se puede llevar a cabo una visita guiada en las
exposiciones ITINER, es necesario que apuntemos algunos aspectos
relacionados con este Programa.
El proyecto ITINER y sus guías.
El Programa "RED ITINER" (RED DE EXPOSICIONES
ITINERANTES DE LA COMUNIDAD DE MADRID), que cumple más de
una década de existencia, ha tratado de crear un mecanismo
expositivo que no sólo sea herramienta de animación
cultural y de participación, sino que rompa la barrera de
los grandes municipios de la Comunidad Autónoma de Madrid,
para llegar a todos aquellos que puedan contar con una sala que
tenga condiciones mínimas. Este PROYECTO, llevado a cabo
por el Centro de Estudios y Actividades Culturales de la Consejería
de Cultura de la Comunidad de Madrid, ha tratado de ir más
allá de la exposición puntual o "casual",
para establecer un sistema que permita incidir en la formación,
educación y participación del público que la
visita.
La mayor o menor eficacia de este sistema depende,
en amplia medida, de una persona o grupo de personas que sean capaces
de transmitir al visitante el mensaje de la exposición, de
hacer ver este mensaje como algo de utilidad práctica y cultural.
Fue por esto que en junio de 1999 se comenzó la creación
de un movimiento de VOLUNTARIOS CULTURALES para que enseñaran
estas exposiciones, movimiento gestionado y coordinado por el Programa
de Voluntarios Culturales de Museos de la CEATE y promocionado por
la RED ITINER.
El término GUÍA VOLUNTARIO resultaba
demasiado estrecho para los fines del PROYECTO ITINER. La persona
que decidiera participar en el PROYECTO, no sólo debería
prepararse para enseñar una exposición, sino también
para generar actividades y colaborar en aquellas que tendieran a
los fines ya dichos, "formación, educación y
participación del público" visitante.
La convocatoria para integrar este nuevo voluntariado
permitió organizar grupos de personas, en los que las diferencias
de nivel cultural, entre otras, han obligado a concebir formas flexibles
de superación y de práctica, a los efectos de tender
al mejor cumplimiento del Programa. Cuando ha sido necesario se
han creado parejas en las que una de las dos personas ha servido
de "guía conductor", llevando el peso fundamental
de la visita, y, la otra, ha trabajado algún aspecto de la
exposición ("guía orientador") en el que,
por serle más fácil, puede profundizar. O, simplemente,
este último sólo ha escuchado y aprendido sobre la
visita.
En otras palabras, cambiando lo cambiable, hemos
adaptado "el modelo del Museo" a la exposición:
la persona que explica sólo un aspecto destaca como un "especialista",
no como un desconocedor del todo. Entonces: si no puedo dominar
TODO EL TEMA, bueno sería COMENZAR POR UNA PARTE.
Veamos lo visto anteriormente en un ejemplo con
la exposición "Así se escribe la historia",
de la RED ITINER, en el Municipio de Valdemorillo.
Un ejemplo: "Así se escribe la historia",
en Valdemorillo.
Gracias al esfuerzo de la coordinadora de exposiciones
Pámela Sprätz y del Municipio, se logró organizar
un grupo de 11 personas -VOLUNTARIOS CULTURALES-, heterogéneo
por más de una razón:
Nivel educacional:
3 tienen estudios primarios
2 han hecho Formación Profesional
1 es estudiante
5 son licenciados
Total: 11
Procedencia:
6 son españoles
3 de origen magrebí
1 de origen francés
1 de origen peruano
Total: 11
Lejos de entenderlo como un problema, buscamos
la utilidad y riqueza de estas diferencias.
En algunos casos se crearon parejas con una notoria
característica. El hecho de contar con personas que no sólo
conocen la lengua árabe, sino también la cultura musulmana,
hizo posible que se ofrecieran tres tipos de visitas:
1. para el público español y general:
en la que un miembro de la pareja de guías explicaba sólo
la vitrina referida a "Los Árabes" de manera especial,
con conocimiento y profundidad, comentando aspectos de la vida cotidiana
actual, NO APRENDIDOS DE MANERA LIBRESCA, SINO COMO RESULTADO DE
SUS PROPIAS VIVENCIAS.
2. para el público magrebí: al
que se le guiaba en lengua árabe, pues uno de los guías
traducía del castellano toda la visita, excepto lo correspondiente
a la vitrina que más dominaba.
3. visitas guiadas en su totalidad en castellano
o en árabe, por un solo guía.
Con el segundo tipo, y desde el punto de vista
de la proyección social, se contribuye a la mejor integración
de un amplio colectivo magrebí a la vida cultural, y general,
dentro del municipio. Especialmente se atendió la visita
de mujeres magrebíes. Integración que también
es lingüística, al ofrecerse la visita en dos idiomas:
árabe y español.
En los dos primeros casos, la realización
de estas visitas tiene para los guías un efecto educativo
-"para sí"-, de formación y superación,
sin mencionar los otros valores que repercuten en el prestigio,
la proyección social y la participación, y que se
desprenden de esta actividad.
Es esta la esencia de la remuneración espiritual
de un guía, lo que le estimula a continuar y lo que da sentido
a su vocación, amén de otros reconocimientos.
Este ejemplo, si bien atiende a un caso particular,
no es único. Se puso a prueba, con antelación, en
la exposición "Música y vida en la España
de las tres culturas", y luego se ha continuado con otras.
De igual manera se ha comenzado a poner en práctica en el
Municipio de Fresnedillas de la Oliva.
No hay que olvidar que, en buena medida, la eficacia
del funcionamiento de estos modelos se puede deber a la selección
de las exposiciones, que hacen los coordinadores, cuando recogen
el sentir, las problemáticas, los intereses de su zona.
Es indudable que la experiencia de Valdemorillo
ha sido muy positiva, y todos los que hemos intervenido en ella
HEMOS APRENDIDO Y HEMOS ENSEÑADO. Y esto se ha conseguido
partiendo de la realidad que antes se ha descrito.
Independientemente de que todo el proceso es susceptible
de mejorar, lo que es obvio, esta experiencia, y otras, nos permiten
llegar a una afirmación que ahora no le parecerá muy
descabellada al lector, y que responde la pregunta inicial: TODA
PERSONA INTERESADA PUEDE ENSEÑAR UNA EXPOSICIÓN.
Este pudiera ser el texto de un cartel, que no
estaría mal en la puerta de una Casa de Cultura o Museo,
para personas que quieran integrar el movimiento de VOLUNTARIOS
CULTURALES. Aunque para el autor tiene, sobre todo, más que
el valor de principio de selección, uno esencial de formación
y educativo.
También el lector puede pensar en aquellos
colectivos en los que no hay graduados universitarios, ni personas
de un nivel educacional medio alto. Muchos de ellos no han podido
estudiar (sobre todo pertenecen a la Tercera Edad, a las Amas de
Casa), pues bien, esta es una buena ocasión. Es la ocasión
de aprender de una de las maneras más sólidas posibles,
enseñando.
Aprender enseñando.
Pero, ¿cómo enseñar si apenas
sé?
Lo primero es enseñar "lo poco"
que sé y que estoy aprendiendo. Un buen ejemplo ha sido el
de Valdemorillo y, en otro sentido, el del Museo de América.
Lo segundo, por lo general sabemos más de lo que creemos
y, en líneas generales, el conocimiento es directamente proporcional
a nuestros años de vida. Veámoslo como si fuera una
fórmula matemática: A MAYOR INTERÉS + A MAYOR
VOCACIÓN + A MAYOR CONOCIMIENTO + A MAYOR VIVENCIA = MEJOR
GUÍA.
Todos los elementos de la suma son imprescindibles,
pero sin interés y sin vocación el GUÍA no
tiene alma. La vocación, "el llamado", es algo
que apunta esencialmente a lo espiritual. ¿En cuántas
profesiones para las que se realizan exámenes de acceso con
fríos test de V o F, o para las que se tiene en cuenta sólo
cálculos curriculares, no sería conveniente un estudio
de la vocación?
En relación con el conocimiento, como todo
en esta vida, hay que ir dando pasos para conseguir un fin. Y para
trabajar con una exposición, hay DISTINTOS MOMENTOS O NIVELES
DE PREPARACIÓN. Alcanzar este "fin" (y esto convendría
tenerse siempre en cuenta, tanto por los que tienen estudios como
por los que no lo tienen) es algo a lo que SIEMPRE SE TIENDE PERO
NO SE ALCANZA, como el concepto de "límite" matemático,
ya puestos para esta ciencia. Si lo tuviéramos más
presente todos los días, seríamos más modestos
y tolerantes.
Para "tender" a ser un VOLUNTARIO más
eficaz, en el Ayuntamiento de Madrid existe una Escuela Municipal
(dirigida al aspecto social), y modelos semejantes podemos encontrar
en otras ciudades y países europeos, hasta llegar a la Universidad
Europea del Voluntariado. Esta estratificación nos da el
sentido de la "especialización" a la que puede
tenderse, pues ser voluntario complementa una formación y
se diferencia de otra cualquiera.
Pero en el sentido que ahora nos interesa, el de
un VOLUNTARIO CULTURAL que hará de guía o, mejor,
que ENSEÑARÁ una exposición, podemos destacar
tres momentos de su preparación-ejecución (desde el
mismo inicio en práctica con la exposición). Estos
momentos son útiles a los efectos de su formación,
pero también para que conozca hasta dónde puede llegar
en la visita guiada, dado su nivel de preparación.
Tres momentos de la preparación-práctica
del Voluntario Cultural.
1. GUÍA ORIENTADOR
Su actividad puede dirigirse a:
a) Introducir la exposición y acompañar
al visitante o
b) Destacar aspectos interesantes del recorrido.
c) Introducir la exposición, motivar la visita y acompañar
al visitante.
d) Explicar una vitrina u objeto a profundidad, como parte de una
pareja de guías.
e) Explicar parte de la exposición, como integrante de una
pareja de guías.
2. GUÍA CONDUCTOR
a) Explicar una exposición.
b) Explicar una exposición y dirigir la visita con uno o
más guías acompañantes.
c) Explicar una exposición y colaborar en actividades educativas
relacionadas con ella.
3. GUÍA EDUCADOR
a) Explicar una exposición con uno o
más guías y realizar actividades educativas.
b) Explicar una exposición, programar y realizar actividades
educativas relacionadas con ella.
El orden de las actividades de los tres momentos
anteriores responde a niveles de complejidad de menor a mayor, y
la realización de una supone ser un paso previo y base para
la siguiente.
Es tan importante que cada VOLUNTARIO sepa cuál
es su misión (OBJETIVO) en la visita guiada, como que tenga
conocimiento del momento de preparación en que se encuentra.
Aunque en los tres casos son todos VOLUNTARIOS CULTURALES o GUÍAS,
conocer cuál es el alcance de su actividad garantiza la calidad
de la misma. Aun para el tercer nivel, pero con más razón
para los dos anteriores, la intervención del VOLUNTARIO CULTURAL
debe controlarse-asesorarse con sistematicidad, a fin de orientar
debidamente la eliminación de errores y de atender a su superación,
de manera singular.
Guía orientador.
Para un guía que se encuentra en este nivel,
el poder ejercer como tal depende de tres factores: de su disposición,
de lo apto que resulte para el Centro Cultural (quien da la aprobación
institucional) y de los resultados de su proceso de formación.
Por lo general, el primer paso (Introducir la exposición
y acompañar al visitante) va un poco más allá
del simple vigilante de sala. En algunos Centros Culturales colabora,
sobre todo, en una tarea que es consustancial a los tres momentos
antes mencionados: es un activista cultural, de modo que ayuda a
movilizar personas hacia la exposición y puede colaborar
en otras actividades relacionadas con ella.
Introducir la exposición.
Dar la bienvenida a los visitantes, hacer una breve
presentación de la exposición y, en el caso en que
sea necesario, acompañar al visitante indicándole
algunos aspectos o caminos a recorrer interesantes. Por ejemplo
(para este y los sucesivos debe entenderse que solamente tienen
un valor de orientación):
Hola, Buenos días. Mi nombre es Juan y
como podéis (pueden) ver (por el distintivo que lleva) soy
un VOLUNTARIO CULTURAL. Esta exposición que presenta la Comunidad
de Madrid, tiene por Comisaria a Ana Sánchez, que es una
especialista en el teatro del Siglo de Oro Español. La exposición
conmemora el 400 aniversario del natalicio de Pedro Calderón
de la Barca. En ella podemos ver diversos apartados relacionados
con Calderón o con su época: El siglo XVII español,
Contemporáneos, El teatro del siglo XVII, La vida de Calderón,
Obras Fundamentales, Los autos sacramentales, Seguidores de Calderón
y Calderón en el siglo XX. Detrás de cada panel de
presentación hay información documental. Como hay
suficiente información que se puede seguir por los paneles
y vitrinas, yo solamente os (les) acompañaré en el
recorrido.
Ya en el recorrido:
Por aquí, por favor. Del SIGLO XVII pasamos
al TEATRO en este siglo. Este panel corresponde a la vida de Calderón.
Fijaos, en la foto no se aprecia bien, pero esto que vemos es la
Catedral de San Isidro, donde estuvo el Colegio de los Jesuitas
en el que estudió Calderón. (Este tipo de orientación,
que se corresponde con el momento 1 b, puede irse dosificando, e
introducirse poco a poco en la guía a la exposición)
Al final:
Espero os (les) haya gustado la exposición
y que podáis (puedan) volver en la primera quincena de octubre
que habrá una muy interesante sobre lacado en miniaturas
rusas. Gracias por venir.
Parece poco lo dicho por este GUÍA, pero
ha contribuido a ORIENTAR sobre:
Origen y producción de la exposición.
Objetivo de la exposición.
Estructura.
Ha dejado claro SU FUNCIÓN.
Ha indicado el itinerario o camino a seguir: cosa que puede ser
confusa en una exposición tan amplia.
Ha llamado la atención sobre algo familiar (Catedral de San
Isidro) que resulta de especial interés para el visitante
y para la exposición.
Agradece la asistencia.
Estimula el regreso de los visitantes para la próxima exposición.
Los despide.
¿Acaso no ha sido de utilidad su intervención
como ORIENTADOR? ¿Qué nivel educacional se necesita
para realizar la anterior actividad? Dejo las respuestas al criterio
del lector.
Destacar aspectos interesantes del recorrido.
El paso anterior atiende especialmente a aspectos
relacionados con la forma y la estructura de la visita: normas de
presentación (recibimiento, saludo, presentación),
objetivo de la exposición, distribución de paneles
según los temas y, como hemos visto, se ha introducido un
elemento de contenido en la referencia a la Catedral de San Isidro.
Esto último diferencia 1.b) de 1.a), se ha pasado de los
elementos formales a los conceptuales. Los elementos conceptuales
están en estrecha relación con los OBJETOS, su significado
y función dentro del contexto de la exposición y de
la cultura. Por esta razón, cuando comenzamos a guiar en
este nivel, podemos decir que hemos dado el primer paso importante
en el camino de enseñar una exposición.
Se ha contribuido a:
Atender a objetos significativos del desarrollo.
Observar exponentes que, en otro caso, pudieran pasar inadvertidos
por el visitante.
Motivar la posible participación del visitante.
Despertar el interés en objetos y en la observación
detallada (esto último contribuye a la creación de
hábitos de observación).
Introducir la exposición, MOTIVAR la visita
y acompañar al visitante.
En los casos anteriores hemos visto cómo,
con poco esfuerzo, con sólo INTRODUCIR, ACOMPAÑAR
Y DESTACAR ASPECTOS INTERESANTES se alcanza un aprovechamiento más
efectivo de la visita. En este momento, la MOTIVACIÓN se
puede realizar atendiendo a muy variados factores que, en líneas
generales, atienden a cómo enseñar la exposición.
Dada la importancia que tiene la MOTIVACIÓN en el trabajo
con el público visitante, la incluimos como una cuestión
fundamental en la formación del GUÍA, desde sus primeros
momentos. De hecho, con la referencia en 1.a) a la Catedral de San
Isidro, al mismo tiempo que se despierta el interés, se motiva
a la observación.
Volvamos a "Pedro Calderón de la Barca,
el último de los grandes clásicos españoles".
Ej.: Supongamos que el guía actúe de la misma manera
que en 1.a), y además:
-Se haya preocupado por saber si los visitantes
tienen algún interés especial con la visita. De esta
manera ha conocido que están estudiando el Siglo de Oro de
la Literatura Española, por lo que puede aprovechar la exposición
para profundizar y ampliar sobre estos conocimientos. Motivará
ese interés con la explicación y las preguntas.
-De acuerdo con lo anterior, el movimiento por
la exposición se puede "dejar llevar". Es el "efecto
pescador": no tirar de la "presa" para no perderla,
sino dejar que el interés sea el motivo que guíe el
recorrido del público.
Sé que estáis estudiando el barroco
y las próximas vitrinas tratan sobre la literatura y el arte
de este período: Desde el punto de vista histórico-social,
¿existen elementos que dan unidad al barroco? (la pregunta
es para todo el grupo, no individual).
Respuesta:
Es el arte de la contrarreforma:
-Reforma: Lutero
-Reforma: Erasmo de Rotterdam
-Contrarreforma: respuesta de la iglesia católica y del estado
-Siglo XVI (fines) y XVII
En lo que se van dando respuestas, el guía
sólo escucha y da la palabra. El grupo se ha ido dividiendo
hacia las vitrinas del barroco:
Fijaos, en esta vitrina se trata del importante
papel de las "arquitecturas efímeras". ¿Sabéis
qué son?
Ya se ha conseguido la atención sobre esta
vitrina. Se escuchan las respuestas.
Hasta tal punto fueron importantes que se trajeron
de Italia los mejores arquitectos, como Bianco del Baccio, para…
La arquitectura efímera tiene mucho que
ver con lo que habéis apuntado antes sobre el barroco, desde
el punto de vista artístico, pero también histórico-social:
habéis dicho que se vivía un período de fuerte
crisis económica, por lo que aparentar riqueza por medio
de artilugios escenográficos era algo propio de la época…
Tema de apariencia-realidad y otros.
En este ejemplo, por medio de la MOTIVACIÓN
se ha conseguido:
1-Consolidar conocimientos adquiridos con anterioridad
-por el recuerdo
-por la introducción de nuevos elementos (las "arquitecturas
efímeras").
2-Incentivar la observación
Motivar la reflexión sobre aspectos que aparentemente distan
y no se relacionan, como son: crisis económica-crisis espiritual
y temas barrocos.
Explicar una vitrina u objeto a profundidad como parte
de una pareja de guías.
Todavía el guía no está apto
para enseñar parte de la exposición o toda ella, pero
sí puede centrar su actividad en un objeto o en una pequeña
sección (que pueda tener relevancia por los vínculos
con objetos cercanos).
Este es un ejemplo:
PANEL SIGLO XVII:
Contemporáneos de Calderón:
Habéis (han) visto cómo el siglo XVII se caracteriza
por la crisis económica del Imperio y, con ella, la de los
valores espirituales. Esto marcó la nueva época. Para
colmo, la ciencia también contribuía a subrayar dicha
crisis. Aquí tenemos a Galileo Galilei (1564-1642), contemporáneo
de Calderón.
Junto a él la foto de otros personajes,
con las cartelas que los identifican.
Galileo fue un gran descubridor, a él
se deben las leyes del péndulo, las del movimiento, la revolución
del sol alrededor de su eje. Corrobora la teoría de Copérnico
de que el sol era el centro del universo (teoría heliocéntrica)
y así contribuye a echar por tierra las bases del pensamiento
medieval (que se levantaba sobre la creencia de que la tierra ocupaba
este lugar primordial, la teoría geocéntrica de Ptolomeo).
Su posición ante esta teoría lo llevó a la
Inquisición en 1633 y fue obligado a adjurar.
La situación económica y la crisis
de la fe permiten entender aspectos que luego veremos. Es importante
que veamos cómo ni las artes, ni las ciencias, ni la literatura,
escapan al condicionamiento de la época.
En lo sucesivo, mantener esta relación con:
-arte barroco: reforma-contrarreforma
-sentido demagógico del barroco (teatralidad y doctrina)
-sentido demagógico del teatro barroco (autos sacramentales
y catequesis)
-arquitecturas efímeras y miseria, etc.
En la vitrina de "Contemporáneos de
Calderón" aparecen otros: Molière, René
Descartes, Kepler, etc. Sin embargo, a los efectos de ENLAZAR con
los temas sucesivos, la figura de Galileo resulta clave y por esta
razón se aprovecha por el guía.
Explicar parte de la exposición, como integrante
de una pareja de guías.
Ya en el apartado anterior el guía principal
era acompañado por otro que ayudaba a subrayar un aspecto
importante dentro del conjunto general. Llegado este momento, el
guía acompañante da un paso más, al abarcar
mayor espacio y al tender a hacerse "independiente". Los
límites entre este momento y el 2.a, GUÍA CONDUCTOR,
son imprecisos y se borran como es lógico, cuando el acompañante
logra dirigir toda la exposición.
La diferencia entre un GUÍA CONDUCTOR y
un GUÍA EDUCADOR radica en el perfeccionamiento de la actividad,
en la eficacia para transmitir conocimientos, en el mayor dominio
de las técnicas de enseñanza-aprendizaje, en la capacidad
para crear recursos que beneficien al visitante desde el punto de
vista de su educación, y en la posibilidad de llevar a la
práctica esos recursos.
De "mi exposición" nadie sabe tanto
como yo.
De "mi exposición" nadie sabe
tanto como yo, dice el guía, sobre todo por este sentimiento
de apropiación, por hacer suya, no ya físicamente,
sino espiritual y cognitivamente algo que es para los demás.
Y "nadie sabe tanto como yo" porque, a excepción
del Comisario y de especialistas relacionados con la exposición,
el guía la domina justo en el nivel de preparación-ejecución
en que se encuentra -lo que incluye los métodos para enseñarla-,
e incluso lleva una ventaja a cualquier visitante, conoce:
-el plan-guión (escenario) que precede a
la exposición.
-los materiales relacionados con el tema fundamental de la exposición.
-cuáles son los objetos-guías y cómo llegar
a ellos.
-qué sentido tienen estos objetos en el lugar en que aparecen
y en relación con todo el conjunto.
-cómo llamar y despertar la atención del visitante.
-cómo enseñar a aprender.
Y un largo etcétera.
Estos son aspectos que desconoce quien visita la
exposición por primera vez. Además, el guía
disfruta de una ventaja inmejorable: está siempre en el lugar
idóneo para aprender más, también de los propios
visitantes.
Por lo que hemos visto, enseñar una exposición
es fácil, si ajustamos nuestra acción a los límites
o "momentos" de nuestra formación. Aprender de
los errores, por el estudio, y del visitante es el camino para ir
más allá de estos "límites".
Pero también, por las dificultades formales
y conceptuales que se pueden presentar, enseñar una exposición
es complejo, y esto se debe a su propia naturaleza poética.
Madrid, 2000-2005. 
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