los conjuntos de líneas concéntricas circulares negras.
Por José Ramón Alonso Lorea.
Dentro del confuso panorama pictográfico
que observamos en las cuevas rupestres aborígenes de Punta
del Este, Cuba, destaca por su recurrencia los conjuntos de
líneas concéntricas circulares negras. Dentro
de estos conjuntos se insertan las tres formas, o tipos, en que
aparecen distribuidos los signos de líneas concéntricas
circulares negras:
a) las series de líneas circulares concéntricas negras
que aparecen de forma individual, es decir, las que se encuentran
libres de superposición con otros elementos;
b) los conjuntos de líneas concéntricas circulares
negras que se articulan de forma tangencial; y
c) los conjuntos que se elaboran superponiendo series de líneas
concéntricas circulares negras.
Según las descripciones realizadas por Herrera
Fritot y Núñez Jiménez, estas representaciones
-fundamentalmente las del tipo a- son mayoritarias en las cuevas.
En dichas descripciones se constata un total aproximado de cincuenta
y tres diseños con estas características. Dos en la
Cueva Número Uno (CNII), cuatro en la Cueva Número
Tres (CNIII) y el resto -cuarenta y siete- en la Cueva Número
Uno (CNI). De estos últimos, los autores mencionados catalogan
diecisiete como borrosos, incompletos o imprecisos, de los cuales
nueve no presentan medidas ni número de círculos,
lo que dificulta el estudio total de estas series. De modo que sólo
contamos con cuarenta y cuatro pictogramas de este tipo que logramos
ordenadamente tabular:
Número del pictograma. |
Número de círculos.
|
Dimensiones (cm). |
Cueva. |
Reporte. |
30.1 |
1 |
3 |
CNI |
Fritot (1938) |
53.1 |
2 |
6 |
CNI |
Fritot (1938) |
9 |
2 |
7 |
CNII |
Núñez (1947) |
55.1 |
2 |
8 |
CNI |
Fritot (1938) |
89 |
2 |
10 |
CNI |
Fritot (1938) |
53 |
3 |
8 |
CNI |
Fritot (1938) |
54.1 |
3 |
9 |
CNI |
Fritot (1938) |
19 |
3 |
15 |
CNI |
Fritot (1938) |
19.1 |
3 |
15 |
CNI |
Fritot (1938) |
72 |
3 |
15 |
CNI |
Fritot (1938) |
10 |
3 |
18 |
CNIII |
Núñez (1947) |
10 |
3 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
11 |
3 |
21 |
CNI |
Fritot (1938) |
3 |
4 |
13 |
CNIII |
Núñez (1947) |
73 |
4 |
15 |
CNI |
Fritot (1938) |
1 |
4 |
19 |
CNIII |
Núñez (1947) |
75 |
4 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
90 |
4 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
7 |
4 |
24 |
CNIII |
Núñez (1947) |
31 |
5 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
33 |
6 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
80 |
6 |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
16 |
serie imprecisa |
20 |
CNI |
Fritot (1938) |
43 |
6 |
29 |
CNI |
Fritot (1938) |
91 |
6 |
30 |
CNI |
Fritot (1938) |
20 |
7 |
24 |
CNI |
Fritot (1938) |
2 |
8 |
30 |
CNII |
Núñez (1947) |
99 |
serie borrosa |
30 |
CNI |
Fritot (1938) |
61 |
8 |
40 |
CNI |
Fritot (1938) |
67 |
8 |
40 |
CNI |
Fritot (1938) |
51 |
9 |
40 |
CNI |
Fritot (1938) |
35 |
serie difusa |
40 |
CNI |
Fritot (1938) |
38 |
10 |
56 |
CNI |
Fritot (1938) |
76 |
10 |
60 |
CNI |
Fritot (1938) |
84 |
11 |
45 |
CNI |
Fritot (1938) |
85 |
11 |
45 |
CNI |
Fritot (1938) |
7 |
serie borrosa |
50 |
CNI |
Fritot (1938) |
22 |
sólo 7 externos
visibles
|
50 |
CNI |
Fritot (1938) |
27 |
5 ext. visibles
claramente,
mitad borrosa
|
50 |
CNI |
Fritot (1938) |
59 |
14 |
60 |
CNI |
Fritot (1938) |
14 |
serie borrosa |
60 |
CNI |
Fritot (1938) |
88 |
serie borrosa |
60 |
CNI |
Fritot (1938) |
12 |
17 |
80 |
CNI |
Fritot (1938) |
3 |
serie borrosa |
80 |
CNI |
Fritot (1938) |
En esta tabla comprobamos la presencia consecutiva
de una numeración como la que sigue:
.un diseño de 1 círculo concéntrico,
.cuatro diseños de 2 círculos concéntricos
(uno pertenece a la CNII),
.ocho diseños de 3 círculos concéntricos (uno
pertenece a la CNIII),
.seis diseños de 4 círculos concéntricos (tres
pertenecen a la CNIII),
.un diseño de 5 círculos concéntricos,
.cuatro diseños de 6 círculos concéntricos,
.un diseño de 7 círculos concéntricos,
.tres diseños de 8 círculos concéntricos,
.un diseño de 9 círculos concéntricos,
.dos diseños de 10 círculos concéntricos,
.dos diseños de 11 círculos concéntricos,
.un diseño de 14 círculos concéntricos y
.otro final de 17 círculos concéntricos.
Es innegable que incita a la especulación
este aparente “cómputo aborigen”, tesis que sostiene
Martín Socarrás Matos en sus dos trabajos (1985 y
1987) publicados en la revista de la Universidad de Oriente.
La cantidad de líneas negras que forman estas series oscila
desde uno hasta diecisiete círculos, siendo las series de
tres y cuatro círculos las más numerosas. Las dimensiones
recorren el rango que va desde los tres centímetros de diámetro
hasta los ochenta, y se estructuran a la manera que se aprecia en
la lámina 1.
 |
Lámina 1. Series
de líneas concéntricas circulares negras. |
En estas series no siempre se corresponde el diámetro
mayor con el número de trazos circulares realizados; es decir,
existen diseños que presentan la misma cantidad de círculos
concéntricos y, sin embargo, difieren en cuanto al diámetro;
o viceversa, presentan el mismo diámetro algunas series que
no contienen la misma cantidad de líneas concéntricas
circulares. Situación que nos advierte, al parecer, que las
dimensiones no formaban parte del interés del hacedor a la
hora de confeccionar los emblemas. ¿O sí?; quizá
un emblema de cuatro líneas concéntricas circulares
y 13 centímetros de diámetro contenga un nivel informativo
diferente a una serie de también cuatro líneas concéntricas
circulares pero de 24 centímetros de diámetro.
Esta situación parece demostrar que, o no siempre las series
se estructuran a partir de “una pequeña circunferencia
de dos o tres centímetros de diámetro interno”
como anotara Fernando Ortiz, o no siempre se verifica en estos diseños
la “regularidad de los trazos de 1 a 2 cm de ancho salvando
las naturales depresiones y los salientes de rocas” como asegura
Fritot (1938c: 106).
Ejemplo excepcional de esta situación es
un dibujo que en 1947 reporta Núñez en la Cueva Número
Tres. Serie de cuatro líneas concéntricas circulares
que presenta un diámetro de sólo trece centímetros.
Generalmente las series con esta cantidad de círculos presentan
un diámetro promedio de veinte centímetros. Por ello,
los cuatro círculos concéntricos de esta serie “casi
se tocan”, según palabras de Núñez, como
bien se puede apreciar en la lámina 2.
 |
Lámina 2. Según
Núñez pict.3, CNIII. Dibujo inferido de la descripción. |
Al listado de Fritot y Núñez adiciono
un nuevo litograma -que no aparece en la tabla- y que reporta Ortiz
en su manuscrito. Desgraciadamente Ortiz no apunta la posición
de esta serie y Fritot parece que no alcanza a verla en 1937. Según
Ortiz -y refiriéndose al total de líneas concéntricas
que forman a estas series-: “Estas, por lo general, son pocas,
tres, a seis, aunque también las hay de dos, varios de siete,
ocho, diez y hasta uno hemos observado de 27 circunferencias,
que ocupa aproximadamente un metro de diámetro máximo”.
A esta pictografía, que subrayo, me refiero.
Sobre este número 27 -exactamente sobre
el dígito 7- hay sobrepuesto (realizado con grafito) un número
8. Al quedar inconclusas algunas notas del documento, es muy posible
que la rectificación sea del propio Ortiz. De todas formas
vale aclarar que en las ilustraciones que realiza Ortiz para su
informe, el dibujo que corresponde a este diseño presenta
un número 27 que numera la cantidad de líneas concéntricas
circulares de esta serie. Ver lámina 3, figura 6.
 |
Lámina 3. Fragmento
de ficha ilustrada e inédita de Fernando Ortiz. |
Si bien Ortiz no anota el color de este emblema,
varios elementos me sugieren que esta serie de 27 ó 28 líneas
concéntricas circulares sea de color negro. Por ejemplo,
al final del informe manuscrito Ortiz adjunta una serie de ilustraciones
que reproducen los pictogramas de la cueva. Para diferenciar los
trazos rojos de los negros, recurre Ortiz a la siguiente leyenda:
las líneas negras las elabora con un trazo regular continuo,
las rojas, con un trazo irregular o tembloroso. La serie que ahora
estudiamos está elaborada con trazos regulares continuos,
representativos del color negro. Además, y como se verá
después de estudiar las series rojas, existe un sistema de
comportamiento de series rojas y series negras que atiende a la
cantidad de líneas concéntricas dentro de un diámetro
dado. Y es que, por regla general, las series negras presentan mayor
cantidad de trazos concéntricos en un diámetro menor.
Por ejemplo: según Fritot, la serie roja de mayor dimensión
-120cm- presenta por lo menos diez círculos. Sin embargo,
una serie negra de tan sólo 80 centímetros de diámetro
contiene diecisiete círculos. Pues parece más razonable
aceptar que una serie de “aproximadamente un metro de diámetro
máximo”, que contenga 27 ó 28 trazos circulares
concéntricos sea de color negro.
Estas series que se van a encontrar, como antes
anoté, independientes, van a tener un significado determinado
por la cantidad de círculos que presentan y posiblemente
por la ubicación que pudieran tener entre los demás
conjuntos. Y debe ser así por cuanto existen otras dos formas
de presentarse: por su relación tangencial unos -que llamo
del tipo b- y secantes otros que llamo del tipo c;
ambos, lógicamente, deben poseer un nuevo grado de complejidad
en cuanto a su lectura. Tal es el caso del dibujo que muestro en
la lámina 4.
 |
Lámina 4. Según
Fritot pict.19, CNI. Dibujo inferido de la descripción. |
Reportado por Fritot en 1938, resultan dos series
tangentes de tres círculos negros y quince centímetros
cada una. A la concentricidad de cada serie se suma la total simetría
del conjunto. Otro motivo que repite esta estructura también
fue reportado por dicho autor: dos series tangentes, una de tres
círculos negros y ocho centímetros de diámetro
y la otra de dos círculos negros y seis centímetros
de diámetro. El concepto que pudiera incorporarse en este
conjunto se mantiene en un nivel análogo al diseño
anterior, por la inicial relación de tangencialidad de ambas
series y mantener la misma cantidad de círculos en una de
ellas. No siendo así para la otra serie (de dos círculos)
que presenta por ello una nueva variante que altera la relación
de proporcionalidad antes establecida. Ver lámina 5.
 |
Lámina 5. Según
Fritot pict.53, CNI. Dibujo inferido de la descripción. |
Sobre la distribución del denominado
tipo b en diseños de series negras anota Ortiz: “Un
tipo que se encuentra algo repetido es el de las circunferencias
concéntricas externamente cotangentes (...) Pudieran suponerse
dos dibujos accidentalmente aproximados; pero la seguridad del contacto
tangencial nos hace creer que su aproximación es voluntaria.
Además las dos circunferencias concéntricas aparecen
en otro tipo, unidas y cerradas dentro de otras circunferencias
mayores, lo cual nos induce a imaginar que ese emparejamiento es
significativo y no debido al azar” (Ortiz, notas manuscritas).
La tercera forma o tipo c, a la que me he
referido, es la relación secante o de superposición
entre estas series negras. Estos diseños -que no aparecen
en la tabla inicial- los estudio, detenidamente, en un apartado
dedicado exclusivamente a la superposición. De esta situación
se han reportado dos motivos por parte de Fritot en 1938. El primero
se estructura a partir de la superposición de dos series
de tres círculos concéntricos negros y quince centímetros
de diámetro cada una. Por el número de círculos
y el diámetro que ambas series presentan, sugiere determinada
relación de semejanza con el conjunto del tipo b ilustrado
en la lámina 4. Se mantiene igualmente su relación
simétrica, pero un nuevo concepto, determinado por la propia
superposición, se impone en este pictograma. Debido a que
Fritot no nos deja representado este dibujo, estimo que este conjunto
debió de presentar una de las dos variantes que muestro en
la lámina 6.
 |
Lámina
6.Según Fritot pict.52, CNI. Dibujo inferido de la descripción. |
Como puede observarse, estas posibles variantes
las he estructurado coincidiendo de forma tangencial los círculos
de cada serie, pensando en la posible importancia que el hacedor
indígena pudiera brindarle a esta situación, teniendo
en cuenta la elaboración del tipo b.
El segundo diseño del tipo c, se
resuelve a partir de la superposición de una gran serie de
noventa y cinco centímetros de diámetro que presenta,
según Fritot, 18 círculos negros externos visibles,
siendo el centro muy borroso, con otra de círculos negros
de cuarenta y cuatro centímetros de diámetro máximo
que presenta su zona intermedia borrada. En la misma pueden detectarse
cinco círculos externos bien visibles y otros cinco centrales
difusos (Fritot, 1938: 58). De este gran conjunto Fritot nos deja
anotado que la imagen reproducida de este diseño puede apreciarse
en la figura 15 de su Informe, y que ahora nosotros reproducimos
en la lámina 7 de este texto.
 |
Lámina
7. Fragmento de un conjunto pictórico elaborado a partir
de la superposición de dos series de anillos concéntricos
negros, muy próximos al Motivo Central. Foto tomada del
Informe de Fritot de 1938. |
Este último motivo constituye uno de los
conjuntos que, por sus grandes dimensiones y la ubicación
que tiene, puede considerarse como uno de los más importantes
que se han realizado en la Cueva Número Uno.
La Habana, marzo de 1991. 
Fuentes
HERRERA Fritot, René (1938): “Informe
sobre una exploración arqueológica a Punta del Este,
Isla de Pinos, realizada por el Museo Antropológico Montané
de la Universidad de La Habana. Localización y estudio de
una cueva con pictografías y restos de un ajuar aborigen”.
Universidad de La Habana, año 3, nos.20-21, La Habana,
Cuba, : 25-59.
- - - - - -(1938a): “Las pinturas rupestres y el ajuar ciboney
en Punta del Este, Isla de Pinos”. Revista de Arqueología,
año 1, no.2, La Habana, Cuba, : 50-61.
- - - - - -(1938b): “Comunicación sobre la Cueva de
Punta del Este. Isla de Pinos, sus pictografías y los hallazgos
de un ajuar ciboney”. Boletín Bibliográfico
de Antropología Americana, vol. 2, no. 4, oct.-dic.,
México, : 105-108.
- - - - - -(1939): “Discusión sobre el posible origen
de las pictografías de Punta del Este, Isla de Pinos”.
Sociedad Cubana de Historia Natural Felipe Poey. Memorias,
vol. XIII, no. 5, La Habana, Cuba, : 307-314.
Núñez Jiménez, Antonio (1947): “Nuevos
descubrimientos arqueológicos en Punta del Este, Isla de
Pinos”. Universidad de La Habana, año XII, nos.73-74-75,
jul.-dic., La Habana, Cuba, : 213-247.
- - - - - -(1975): Cuba: dibujos rupestres, Ciencias Sociales,
La Habana, Cuba, Industrial Gráfica S.A., Lima, Perú.
ORTIZ Fernández, Fernando (s/f): “Isla de Pinos. Los
descubrimientos arqueológicos”. Informe manuscrito.
Fondo Fernando Ortiz, Carpeta 10, Arqueología (II), Desde
42-46. Archivo de Literatura del Instituto de Literatura y Lingüística
(ILL), Ciudad de La Habana, Cuba.
SOCARRÁS Matos, Martín (1985): “La cultura de
los círculos concéntricos: computación aborigen”.
Santiago, revista de la Universidad de Oriente, Santiago
de Cuba, sept.
No.59, : 73-83.
- - - - - -(1987): “Un enigma con posibilidades de solución:
la cultura de los círculos concéntricos”. Santiago,
Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, no.67, dic., : 13-19.

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