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arte rupestre en punta del este, cuba. los conjuntos simétrico bilaterales de líneas acodadas o angulares en composición.

Por José Ramón Alonso Lorea.

Como se ha visto en los últimos dibujos estudiados de las cuevas de Punta del Este, aquellos denominados conjuntos combinados no concéntricos (ver lámina 1) que se agrupan dentro del BLOQUE DOS, han ido gradualmente apareciendo los caracteres de una modalidad o método de creación pictográfica de nuevo tipo que doy en llamar conjunto simétrico bilateral de líneas acodadas o angulares en composición. Los diseños que presentan esta característica, y que no poseen entre sus partes componentes a los trazos circulares, van a integrar ahora este bloque-epílogo.

Lámina 1
Lámina 1. Conjuntos combinados no concéntricos.

El primer ideograma a estudiar, como el ejemplo mostrado en la lámina 1-D, resulta un elemento cruciforme. Reportado por Núñez (1975:85), es el único dibujo de la Cueva Número Cuatro (CNIV): se trata de una figura de color rojo formada por cuatro ángulos opuestos, como se puede observar en la lámina 2.

Este diseño duplica, hacia ambos lados, cada uno de los ángulos que lo conforman, lo que convierte al mismo en el primer emblema de los presentados que logra una composición simétrica axial total. Es decir, la distribución de fuerzas y de pesos opuestos resulta absolutamente igual a ambos lados del eje, ya sea para su eje vertical como para el horizontal. Caso parecido es el del diseño de la lámina 3.

Lámina 2
Lámina 2. Según Núñez (1975), única pictografía de la CNIV.
Lámina 3
Lámina 3. Según Fritot pict.79, CNI. Tomado de sus ilustraciones de 1938.

Según Fritot, este dibujo fue descubierto “en la pared de la derecha, a la entrada de dicha cueva (Número Uno -CNI-, JRA). Consiste en dos rombos unidos por sus vértices, pintados con líneas rojas, y con una longitud máxima de su eje común, de veinte centímetros aproximadamente. Como uno de sus extremos aparece muy borroso, no puede determinarse si fue un dibujo aislado o si, por el contrario, formaba parte de otro más complicado, teniéndose en cuenta que en este lugar, la roca sufre las inclemencias de la intemperie, que ha borrado otros muchos dibujos de lo que sólo quedan vestigios” (1938:47). De entre estos vestigios -al parecer- reporta Núñez en 1947 el diseño ya estudiado (dentro de los conjuntos combinados no concéntricos) ilustrado en la lámina 1-F.

Si se observa cuidadosamente los elementos que componen a estos dos últimos conjuntos, nos percatamos de la presencia de las formas angulares puras, muy escasas en Punta del Este y muy diferenciadas de los tradicionales círculos concéntricos. ¿Es ello la aparición de nuevos ideogramas? Es posible.

La presencia de estos ideogramas angulares rojos en los conjuntos ilustrados en las láminas 1 (E y F), 2 y 3, y en aquellas dos pictografías de la Cueva Número Uno descritas y numeradas por Núñez Jiménez -(pict. 57 y pict. 19) pero no ilustradas en su trabajo (1975:82)- así lo hacen suponer. Quizá en los conjuntos que se muestran en la lámina 1 (D y G), y en la lámina 4 figura C que reportó Fernando Ortiz en sus fichas manuscritas e inéditas, se pueda sugerir la variante negra de estos mismos signos angulares.

Lámina 4
Lámina 4. Fragmento de ficha inédita de Fernando Ortiz.

Por otro lado, desde el punto de vista de la configuración, este elemento angular (en sus dos variantes de color) es básico para la construcción de áreas triangulares. Por lo que los mismos pudieran estar articulados en los conjuntos A, B y C que se exponen en la lámina 5.

Lámina 5

Lámina 5. A-Según Fritot pict.79, CNI. Tomada la ilustración de su reporte de 1938. B-Según Núñez (1947) pict.5, CNII. C-Según Núñez (1947) pict.11, CNIII. Las dos últimas ilustraciones tomadas del reporte de Núñez de 1947.

Estos diseños triangulares resultan de extremo interés por cuanto se encuentran dispersos por numerosas regiones cavernarias de la isla de Cuba y demás antillas del Caribe. Fue motivo de creación tanto por los grupos preagroalfareros o ciboneyes, como por los ceramistas-agrícolas o taínos. Junto con los motivos de círculos y círculos concéntricos, estos triángulos resultan ideogramas muy generalizados dentro de las comunidades primitivas.

La figura A de la lámina 5 muestra un triángulo de trazos negros que está relacionado con otros elementos sígnicos, como bien se puede apreciar en la lámina 6 y que es objeto de estudio en un acápite dedicado a los conjuntos pictográficos con círculo interior excéntrico y en otro acápite dedicado a la superposición en Punta del Este. Este conjunto se encuentra en la Cueva Número Uno (CNI).

Lámina 6
Lámina 6. Según Fritot pict.9, CNI. Tomado de su informe de 1938.

La figura B de la lámina 5, según Núñez Jiménez, es “un triángulo de líneas dobles, donde la punta del vértice más sobresaliente señala hacia el rumbo SE. De trazos negros y muy finos. 23cm. mide su lado de más longitud” (sic, 1947:227). Este triángulo que encierra a otro, a manera de “segunda piel”, recuerda la técnica de ejecución de las series concéntricas, es decir, la sucesiva repetición del modelo central a manera de guía. Se encuentra en la Cueva Número Dos (CNII).

Ambos conjuntos (A y B), por la abertura de sus ángulos componentes, resultan ser triángulos escalenos, es decir, presentan sus tres lados diferenciados en cuanto a dimensiones se refiere. Por lo que, desde el punto de vista de su organización plástica, un eje longitudinal dejará ver la compensación de las áreas opuestas a la manera de los conjuntos de líneas en composición simétrica aproximada.

No siendo así para la figura C de la propia lámina. Este último emblema, reportado por Núñez, se encuentra en el extremo oriental de la Cueva Número Tres (CNIII): “figura triangular por líneas cuádruples que mide 17 cms de longitud. Su línea no muy aguda señala el rumbo noreste” (1947:230). La simetría en este caso es absoluta, pues resulta un área triangular típicamente isósceles; es decir, la configuración de dos de sus ángulos es idéntica. Este conjunto parece articular, consecutivamente, esos ideogramas angulares negros.

Para evitar equívocos sobre el total de motivos triangulares en Punta del Este, creo necesario corregir una afirmación de Núñez Jiménez que aparece en su informe de 1947: al descubrir Núñez esta última pictografía en la CNIII (lámina 5-C) y teniendo en cuenta el elemento flechiforme rojo superpuesto del Motivo Central de la CNI -ver lámina 7-, asegura “que cada una de las tres cuevas de Punta del Este tienen una figura triangular” (1947: 230, el subrayado es mío). Sin embargo, no incluye en esta relación el triángulo del conjunto pictográfico que en este acápite se ilustra en las láminas 6 y 5-A, reportado y dibujado por Fritot nueve años antes. De modo que suman cuatro soluciones triangulares al complejo pictórico de la zona, correspondiendo dos de ellas a la Cueva Número Uno.

Lámina 7 Lámina 7. Según Herrera Fritot, pict.1 o Motivo Central, CNI. Dibujo del autor según el croquis que de este Motivo hiciera Fritot para su informe de 1938.

El conjunto pictográfico que he escogido para epilogar este BLOQUE TRES, denominado conjunto simétrico bilateral de líneas acodadas o angulares en composición, resulta una cinta o cenefa de pequeñas marcas que, paradójicamente, ni son acodadas ni angulares, ni resultan líneas, aparentemente, en composición.
Reporta Fritot la existencia de “una estrecha cresta rocosa natural, a modo de cortina horizontal, que ha sido decorada en toda su extensión por una serie de trazos cortos en rojo (42 exactamente), muy regulares en su tamaño y distribución” (1938:42), a la manera que se muestra en la lámina 8.

Lámina 8 Lámina 8. Según Fritot pict.50, CNI. Tomada la ilustración de su reporte de 1938.

La presencia de dicho conjunto en este bloque está fundamentada, primero, por la solución totalmente axial de su configuración, al tener 42 signos rectilíneos, número par que le ofrece esta peculiaridad. También puede ser clasificada esta pictografía dentro de una estructura de simetría traslatoria -a la manera que explica Hermann Wayl (1958)-, pues los pequeños trazos rectilíneos resultan traslaciones de una determinada configuración sobre un eje longitudinal.

Segundo, al ser una serie de trazos rectilíneos “muy regulares en su tamaño y distribución”, -es decir, al tener en cuenta no sólo la configuración de cada elemento lineal sino, también, las dimensiones del espacio blanco rocoso o intersticio que va dibujando entre trazos- le otorga el carácter de líneas en composición, a pesar de que los trazos no resulten tangentes. No olvidar que estos intersticios que se originan entre trazos resultan conscientemente utilizados como bien se ha demostrado. ¿Pudiera este conjunto esquematizar la misma solución semántica de una serie de 42 líneas concéntricas circulares rojas?

Similar a este conjunto -a no ser que nos hable de este mismo ideograma-, es otra descripción que nos deja Ortiz en su manuscrito inédito: aprovechando “una oquedad de la bóveda de la Cueva del Templo”, se encuentra un conjunto pictórico que articula signos circulares, serie circular concéntrica y arcos semicirculares. “Por debajo de esas combinaciones circunferenciales, hay multitud de pequeñas líneas paralelas, en rojo, que terminan en el borde del barniz estalactítico de la oquedad de la bóveda” (fichas manuscritas), como se ilustra en la figura G de la lámina 9.

Lámina 9
Lámina 9. Fragmento de ficha manuscrita e inédita de Fernando Ortiz.

Si Fritot y Ortiz no describen la misma pintura, podríamos deducir que, aparte del tamaño, de la distribución y del color, existe otra característica que da homogeneidad a este tipo de articulación de signos rectilíneos, y es, el aprovechamiento de las formaciones secundarias de la gruta. En el dibujo descrito por Fritot, las pequeñas líneas rojas se trazan sobre “una estrecha cresta rocosa natural, a modo de cortina horizontal”. En la descripción de Ortiz, se dibuja aprovechando “el borde del barniz estalactítico de la oquedad de una bóveda”.

Por otra parte, según el plano de la Cueva Número Uno -elaborado por Núñez Jiménez en 1970 (lámina 10)-, se puede constatar la reiterada presencia de estos diseños que articulan pequeños trazos rectilíneos.

Lámina 10
Lámina 10. Fragmento del plano de la CNI de Punta del Este con la situación de las pictografías a escala y enumeradas y con un total de 70 conjuntos pictóricos. Realizado por Antonio Núñez Jiménez en 1970. Tomada la ilustración de su libro de 1975.

 

Ciudad de La Habana, mayo de 1991. arriba

FUENTES.

HERRERA Fritot, René (1938): “Informe sobre una exploración arqueológica a Punta del Este, Isla de Pinos, realizada por el Museo Antropológico Montané de la Universidad de La Habana.Localización y estudio de una cueva con pictografías y restos de un ajuar aborigen”. Universidad de La Habana, año 3, nos.20-21, La Habana, Cuba, :25-59.
NÚÑEZ Jiménez, Antonio (1947): “Nuevos descubrimientos arqueológicos en Punta del Este, Isla de Pinos”. Universidad de La Habana, año XII, nos.73-74-75, jul.-dic., La Habana, Cuba, :213-247.
- - - - - - Cuba: dibujos rupestres, Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, Industrial Gráfica S.A., Lima, Perú.
ORTIZ, Fernando (s/f): “Isla de Pinos. Los descubrimientos arqueológicos”. Informe manuscrito. Fondo Fernando Ortiz, Carpeta 10, Arqueología (II), Desde 42-46. Archivo de Literatura del Instituto de Literatura y Lingüística (ILL), Ciudad de La Habana, Cuba.
WEYL, Herman (1958): La simetría. Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, Argentina.

 
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© Marlene García 2003 para José Ramón Alonso